LUCES DE BOHEMIA, de Valle-Inclán.
Escena II
La cueva de ZARATUSTRA
en el Pretil de los Consejos. Rimeros de libros hacen escombro y cubren las
paredes. Empapelan los cuatro vidrios de una puerta cuatro cromos espeluznantes
de un novelón por entregas. En la cueva hacen tertulia el gato, el loro, el can
y el librero. ZARATUSTRA, abichado y giboso -la cara de tocino rancio y la
bufanda de verde serpiente-, promueve, con su caracterización de fantoche, una
aguda y dolorosa disonancia muy emotiva y muy moderna. Encogido en el roto
pelote de una silla enana, con los pies entrapados y cepones en la tarima del
brasero, guarda la tienda. Un ratón saca el hocico intrigante por un agujero.
ZARATUSTRA: ¡No pienses que no te veo, ladrón!
EL GATO: ¡Fu! ¡Fu! ¡Fu!
El CAN: ¡Guau!
EL LORO: ¡Viva España!
Comenta los rasgos
esperpénticos en la acotación inicial, especialmente en el retrato de
Zaratustra. Señala los ejemplos de “animalización” y “cosificación”. ¿Por qué
es grotesco el nombre de este personaje?
SOLUCIÓN
SOLUCIÓN