miércoles, 24 de enero de 2018

EL TEATRO DE VALLE-INCLÁN


LUCES DE BOHEMIA, de Valle-Inclán. Escena II

La cueva de ZARATUSTRA en el Pretil de los Consejos. Rimeros de libros hacen escombro y cubren las paredes. Empapelan los cuatro vidrios de una puerta cuatro cromos espeluznantes de un novelón por entregas. En la cueva hacen tertulia el gato, el loro, el can y el librero. ZARATUSTRA, abichado y giboso -la cara de tocino rancio y la bufanda de verde serpiente-, promueve, con su caracterización de fantoche, una aguda y dolorosa disonancia muy emotiva y muy moderna. Encogido en el roto pelote de una silla enana, con los pies entrapados y cepones en la tarima del brasero, guarda la tienda. Un ratón saca el hocico intrigante por un agujero.

ZARATUSTRA: ¡No pienses que no te veo, ladrón!
EL GATO: ¡Fu! ¡Fu! ¡Fu!
El CAN: ¡Guau!
EL LORO: ¡Viva España!

Comenta los rasgos esperpénticos en la acotación inicial, especialmente en el retrato de Zaratustra. Señala los ejemplos de “animalización” y “cosificación”. ¿Por qué es grotesco el nombre de este personaje?
SOLUCIÓN

jueves, 18 de enero de 2018

EL INICIO DEL SIGLO XX Y RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA.


En las primeras décadas del siglo XX, la cultura española presenta dos extremos: una élite cuya valía es reconocida a nivel europeo (Santiago Ramón y Cajal, Eugenio D´Ors, José Ortega y Gasset...) y que se agrupan en el Novecentismo; y una gran masa analfabeta.
Las personas que quieren renovar el arte viven en un mundo cerrado cuyos cauces de relación siguen siendo la tertulia en los cafés y las revistas especializadas.
Sin embargo, la radio, el automóvil, el avión cambian la idea del tiempo y el espacio, y las novedades dejan de serlo rápidamente. 


En esta fotografía se puede observar a Ramón Gómez de la Serna - en el centro y con pipa - en la tertulia del Café de Pombo.
Ramón Gómez de la Serna fue un autor muy fecundo que escribió novelas, obras de teatro, biografías, pero su creación más conocida son las greguerías. Se le considera el introductor de los movimientos de vanguardia en España, ya que por su tertulia del Café de Pombo, donde estos movimientos se presentaban y comentaban, pasaron la mayor parte de los autores de la época. Con su labor renovadora y su apoyo a las vanguardias preparó el camino, junto con Juan Ramón Jiménez, a los autores de la generación del 27.
Una greguería consiste, en palabras de Ramón Gómez de la Serna, en unir una metáfora y el sentido del humor. El resultado es una realidad inventada, un novedoso punto de vista sobre lo usual. Así se aleja de las técnicas expresivas de los autores realistas y desconecta la obra literaria de la vida cotidiana.
Lee algunas greguerías:
- El pez más difícil de pescar es el jabón dentro del agua.
- Las espigas hacen cosquillas al viento.
- El cocodrilo es un zapato desclavado.
- La castañera asa los corazones del invierno.
- Para el caballo, todo el campo es tambor.
- La Y griega mayúscula es la copa de champaña del alfabeto.
- La pulga hace guitarrista al perro
- Al ombligo le falta el botón.
- Las gaviotas nacieron de los pañuelos que dicen ¡adiós! en los puertos.

miércoles, 17 de enero de 2018

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Este vídeo te informará acerca de la vida de este famoso poeta de principios del siglo XX.

El propio poeta explica la evolución de su obra en este poema:
Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.
Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
…Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!


El siguiente poema es representativo de su época intelectual:

       No sé si el mar es, hoy
–adornado su azul de innumerables
espumas–,
mi corazón; si mi corazón, hoy
–adornada su grana de incontables
espumas–,
es el mar.
       Entran, salen
uno de otro, plenos e infinitos,
como dos todos únicos.
A veces, me ahoga el mar el corazón,
hasta los cielos mismos.
Mi corazón ahoga el mar, a veces,
hasta los mismos cielos.

(Diario de un poeta recién casado, 1916)